Esta semana El Mediterráneo, ese Mare Nostrum , al que cantó Serrat ha sido protagonista para esas regiones europeas que vivimos “sus atardeceres rojos” en un importante compromiso: la firma de la Carta de Bolonia. Un marco común de acciones estratégicas para el desarrollo sostenible y la protección de las zonas costeras del Mediterráneo. Una propuesta que vió la luz en Bolonia de la mano de nueve de esas regiones mediterráneas y que el pasado jueves rubricamos doce.
“De Algeciras a Estambul”, Andalucía, puente entre dos mares y dos continentes, sabe que el Mediterráneo ha marcado su historia y su cultura y nos ha acercado a Europa y a África. Por eso forma parte de este ilusionante proyecto estrategico macroregional en el que ya llevamos años trabajando y realizando acciones, algunas pioneras, para la conservación del litoral.
Acciones que van del conocimiento de la Red de Información Ambiental de Andalucía que integra toda la información relevante del litoral y el medio marino andaluz y que sirve para la toma de decisiones, la planificación y la sensibilización pública, al Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía, un instrumento de planificación y ordenación del territorio que permite proteger el litoral andaluz, nuestro gran tesoro. Con este plan se favorece la biodiversidad y evitan las barreras urbanas, además de ayudar a mantener el litoral como recurso turístico básico.
De la Gestión Integrada de Zonas Costeras, estrategia con la que fuimos pioneros, y que sirve de marco para la gobernanza del litoral. Gracias a ello, dentro del complejo entramado de administraciones, agentes económicos y sociales se pueden compartir y coordinar las decisiones que afectan al futuro del territorio. Proyectos como el CAMP Levante de Almería son ejemplo de cómo la gobernanza del litoral es un medio para alcanzar acuerdos entre de todos al cierre del círculo de actuación con la evaluación del estado de nuestro capital natural. Otra acción innovadora que Andalucía ha acabado recientemente es la Evaluación de Ecosistemas del Milenio, con la metodología de Naciones Unidas que tiene en cuenta indicadores claves como el cambio climático y los cambios de uso del suelo en la costa.Todos los pueblos del Mediterráneo debemos afrontar estos retos, porque siempre hemos tenido el nexo del mar que nos ha permitido el intercambio de conocimiento y de cultura. Todos debemos preservar ese patrimonio natural que es compartido, es nuestro objetivo y La Carta de Bolonía nuestro compromiso, el de esos pueblos para trabajar todos en la misma dirección.
Andalucía no podía faltar a esta importante cita con nuestro mar, con el Mediterráneo
! llevo tu luz y tu olor
por dónde quiera que vaya,!
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